KLANDESTINO

Klandestino no es solo fast food, es una revolución gastronómica. Con la misión de elevar los clásicos del street food, esta marca apuesta por la gourmetización de frankfurts y bocadillos, desafiando las reglas del sector y ofreciendo combinaciones únicas de autor. En un mercado saturado de hamburguesas, Klandestino se posiciona como un secreto gourmet, accesible desde casa a través de su servicio delivery premium y en un espacio físico que transporta a sus clientes a una experiencia única.
El reto era construir una identidad de marca potente y disruptiva, que transmitiera la esencia clandestina y exclusiva de Klandestino, diferenciándola de cualquier propuesta de fast food tradicional.
Para lograrlo, diseñamos una identidad visual sofisticada y underground, combinando una tipografía serif elegantecon un contraste visual impactante en negro y rosa. La estética gráfica se extiende a un packaging disruptivo, donde cada detalle refuerza la exclusividad de la marca con materiales premium y acabados táctiles inspirados en el mundo clandestino.
Además, diseñamos un interiorismo envolvente, con una atmósfera que evoca lo clandestino y lo exclusivo. Elementos gráficos inspirados en el street culture, una iluminación estratégica y materiales industriales crean un espacio donde cada cliente siente que forma parte de un concepto único y secreto.
La estrategia de marca se basó en un storytelling inmersivo, que convierte a Klandestino en una experiencia secreta y exclusiva para los verdaderos amantes del fast food premium. Complementamos esta narrativa con una producción audiovisual y fotográfica de alto impacto, donde cada imagen resalta la fusión entre crudeza y sofisticación, posicionando cada producto como una joya gastronómica.
Para trasladar la experiencia al mundo digital, creamos una página web con un diseño minimalista y una navegación intuitiva, manteniendo el aura secreta y exclusiva de la marca en cada rincón.